¿Qúe es lo más raro que te han hecho poner en un testamento?
Esta pregunta me la hicieron hace unos días en una sesión de planificación sucesoria, y la verdad es que me dejó pensativo porque he visto muchas cláusulas “raras” lo que me remontó a uno de mis morbos más ocultos.
Desnudar testamentos.
Los testamentos son difíciles de conseguir si no se muestra un interés legítimo en la herencia, básicamente tienes que acreditar que eres heredero para que te den una copia.
Por suerte hay personajes públicos y sus testamentos son obras de arte, hoy voy a desnudarte el testamento de Isabel I “la Católica”
Reina de España y sin duda visionaria, fue la impulsora de lo que pasó a llamarse “El Siglo de Oro” (1492-1659) y como tal, tenía que tener un testamento digno de su grandeza.
Firma su testamento el 12/10/1504 y el 23/11 del mismo año firma un codicilo (un anexo al testamento, lo que hace este documento es complementar la información pero sin modificarlo “sustancialmente”)
La palma 3 días después de la firma.
Y es que ella no se iba tranquila sin firmar este Codicilo, en el que pedía que se promulgara la fe Católica en tierras recién descubiertas.
En estas voluntades nombra heredera universal de sus bienes y reinos a su hija primogénita Juana I de Castilla y en caso de ausencia que gobierne su padre Fernando hasta su nieto Carlos I de España, V de Alemania cumpliera los 20 años.
Isabel y Fernando no serían los “Reyes Católicos” si no furan católicos, de eso no hay duda, y dedica 24 puntos de su testamento a mencionar a Dios, Jesús, los apóstoles y otros Santos (no dejó ninguno detrás)
Aunque era Salmantina y vivió Valladolid, su verdadera pasión se encontraba a faldas de la Alambra, donde vivió gran parte de su vida.
Su primer deseo fue ser enterrada en Monasterio de San Francisco (ahora Convento), pero su cuerpo no se encuentra allí, está muy cerca, en la Capilla Real de Granada.
Y sí, puede no cumplirse el testamento.
Dio un año para que sus albaceas (hablaremos de esto otro día) pagaran sueldos y casamientos a sus criados con el dinero de sus bienes muebles y si no alcanzara se pagaría con las rentas del reino.
Pidió nada menos que 20.000 misas por ella y que los albaceas dieran las limosnas que considerasen apropiadas.
Por último, era su voluntad el que se dieran 20.000 misas por las almas de los que murieron bajo su servicio.
Algo más de 40.000 misas se celebraron en su nombre y claro, los fieles eran asiduos a estos eventos y las encontraban un tanto “repetidas” así que pidió vestir 200 pobres y que rezaran por ella.
Donó 1.000.000 de Maravedíes (unos 200.000 euros) para casar a doncellas pobres.
Y como no, para colaborar con la obra católica, legó otro millón para que doncellas puedan dedicarse a la vida religiosa.
Y finalmente, quiso que se redimieran los pecados de 200 encarcelados.
Como ves, se pueden diferenciar dos elementos, unos son deseos y otros, podríamos llamarlos órdenes.
Así funciona un testamento, las misas puedes no darlas, pero la sustitución en el trono había que cumplirla.
En esta ocasión no hay condiciones pero se podrían poner, el límite lo pones tú y la legítima (de esto hablaremos otro día también)
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Ángel Seisdedos