🚩 La Red Flag más red de los testamentos…
Aretha Franklin era especial. Considerada la Reina del Soul, tenía una voz que estremecía, que llenaba estadios, que cambió la historia de la música (eso dicen).
Pero también, como tantos otros, pensó que con dejar todo “a mis hijos a partes iguales” bastaba.
No fue así.
Cuando Aretha falleció en 2018, todos creían que no había hecho testamento. Su patrimonio, valorado en más de 80 millones de dólares, parecía destinado a repartirse entre sus cuatro hijos por igual.
Todo parecía sencillo.
Hasta que, poco después, encontraron varios documentos escondidos entre los cojines del sofá de su casa. Notas manuscritas, testamentos olográfos sin orden cronológico claro, con instrucciones contradictorias.
Excepto en una cosa: en todos decía que quería dejar “todo a mis hijos, a partes iguales”.
¿Y entonces, cómo se soluciona esto?
Cuando hay más de un testamento, solo se tiene en cuenta el último.
¿El problema? Que no sabían cual era el último y no coincidían entre sí.
Algunos especificaban más que otros: qué hacer con los inmuebles, los derechos de autor, las cuentas bancarias…
¿Los derechos de autor se dividían o se los quedaba uno y compensaba al resto? ¿La vivienda familiar se alquilaba, se vendía o se integraba en el patrimonio común?
El resultado: cinco años de juicios, demandas, reproches entre hermanos, y un patrimonio que se fue consumiendo entre abogados y costes judiciales.
Y no es un caso raro ni excepcional. Para mí, es el error más común, una red flag de libro, un problema asegurado.
Me lo encuentro cada semana en el despacho.
Gente que piensa que con poner “mitad para mis hijos” o “todo a partes iguales” ya ha hecho su trabajo.
Y no.
Eso no es planificar.
Eso es dejar una bomba de relojería esperando a estallar.
Porque no todos los bienes pueden dividirse sin perder valor.
Porque no todos los herederos tienen las mismas necesidades, ni la misma madurez.
Porque tener una vivienda entre dos o tres copropietarios es problema asegurado.
Porque las palabras bonitas no evitan conflictos… los evitan las instrucciones claras.
Y lo mejor es que no es complicado. Pero hay que hacerlo ahora, que aún puedes decidir.
El otro día escuché en un podcast: “Nacemos para morir. Todos tenemos un certificado de defunción con nuestro nombre, a falta de imprimir la fecha”.
Por eso escribí esta guía maestra, para darte las herramientas necesarias para evitar conflictos entre herederos y pagar menos impuestos.
Te explico cómo estructurar bien tu herencia, cómo evitar que el “todo a partes iguales” se convierta en un problema, y cómo proteger no solo tu patrimonio, sino también a los tuyos.
La semana que viene seguimos, te contaré un caso real en el que confiar en que “los hijos ya se entenderán” acabó en peleas que aún hoy no se han cerrado.
Ángel Seisdedos
P.D. ¿Tienes dudas sobre cómo organizar tu testamento o tu herencia?
P.D. Aquí tienes tu Escudo Patrimonial.