Hola mortales!
Que el matrimonio no está de moda es un hecho, de ahí la cantidad de parejas de hecho que se inscriben cada año va a más y los que no firman nada, también.
Hoy os traigo una historia que podría ser la de cualquiera, los llamaré Marta y Juan.
Las parejas de hecho no tienen una ley como tal, se llevan desde cada Comunidad Autónoma y claro, las diferencias son grandes.
Cito un email anterior:
Hace unos meses estaba tomando un café con unos amigos y alguien dijo para qué me voy a casar, si me hago pareja de hecho es lo mismo.
No, no es así.
Piénsalo friamente, si fueran lo mismo ¿porqué existen dos figuras diferentes para regular una relación?
No tiene sentido.
Marta me contrató una consulta porque andaba preocupara por la situación de su patrimonio conjunto con Juan, una vivienda, un coche y una cuenta conjunta.
Juan y Marta, se había constituido como pareja de hecho en 2013 no querían casarse porque eran hijos de divorciados y querían “algo rápido”
Si me hubieran pedido consejo en 2013 y me hubieran llegado con estos miedos les hubiera dicho que separación de bienes y bienes separados de verdad, porque tener una vivienda con tu pareja de hecho es lo mismo que tenerla con tu marido o esposa.
Si mañana decidís divorciaros tener bienes en conjunto es un problema, da igual el tipo de relación que tengáis.
El hecho es que Juan falleció de forma muy repentina, además de lidiar con la pérdida, se encontró con un marrón con el que no contaba:
La herencia de la vivienda que compraron a medias.
Partiendo de la base que si eres pareja de hecho y no tienes un testamento, las cosas pueden complicarse mucho.
Pareja de hecho ≠ Matrimonio
Las parejas de hecho no tienen los mismos derechos que los matrimonios.
Sin un testamento, la parte de la vivienda que pertenece a Juan (la mitad) pasará a sus padres.
Ahora tenemos una vivienda en esta proporción:
50% Marta
25% Padre de Juan
25% Madre de Juan
Estos padres estaban divorciados desde hace años, pero ahora vuelven a compartir un porcentaje una propiedad, cada uno con sus problemas personales y necesidades esta “comunidad forzosa” era una bomba de relojería.
Lo mismo te estás preguntando ¿Cómo es que la vivienda no pasa directamente a la otra parte de la pareja?
En España, hay un orden de sucesión y es el siguiente:
Los hijos (si los hay)
Luego a los padres del fallecido
Si viven los abuelos, será para ellos
En último lugar lugar a la pareja de hecho, y eso sólo en algunas comunidades autónomas como Cataluña o Aragón.
En otras partes de España, Marta pierde cualquier derecho sobre esa mitad de su casa.
Y como no podía ser de otra forma, la bomba explotó.
Marta me hizo llegar una copia de un burofax que el abogado de uno de los padres le había enviado, burofax en el que pedía que alguna de las dos partes se quedase con su parte a valor de mercado.
Estaban en su derecho.
Esto animó a la otra parte a hacer lo mismo, “invitando” a que Marta comprase la mitad de la vivienda a sus suegros.
Aquí hay pocas opciones: la compra, se vende en la calle o sale a subasta.
Se puede ganar tiempo con un procedimiento judicial, pero al final saldrá a subasta, alguien se quedará con la vivienda y Marta tendrá que “empezar de nuevo”
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